Hasta hace relativamente pocos años, siempre se había creído que el primer autor que había escrito un tratado relacionando la escritura con una posible interpretación psicológica, dependiendo de quién la hiciera, había sido Camilo Baldi.
Sin embargo, investigaciones realizadas en los años ochenta por el grafólogo italiano Salvatore Ruzza, demuestran definitivamente que existió otro autor, coetáneo de Baldi, con una obra anterior a la suya, concretamente Prosper Aldorisius, que publicó en el año 1.611 su obra IDENGRAPHICUS NUNTIUS.
Prosper Aldorisius fue un precursor de la Grafología. Elaboró los primeros esbozos para una sistematización de la misma.
El primer documento del que se tiene noticia en el que se habla de Aldorisius y su ciencia,
En su libro Idengraphicus Nuntius, Aldorisius expone mediante la presentación de 72 principios, una especie de axiomática grafológica, de los cuales pasamos a indicar algunos:
I.- Sin duda, cada hombre presenta en su escritura su carácter propio y peculiar.
II.- Aunque escribiera con los pies o con la mano izquierda, cada uno expresaría su carácter específico.
VII.- La escritura debe clasificarse en propia (propium), en diferente a la propia o apropiada (praeter propium) y en contrario a la propia (contra propium).
VIII.- Se adquiere muy fácilmente el hábito de carácter propio.
XXIV.- El condicionamiento que la pluma tiene en nuestro carácter es más importante que el de la tinta.
XXXIV.- El carácter gráfico de cada persona que escribe es específico por el hecho de que cada persona tiene una naturaleza diferente.
XXXVII.- Por lo tanto, la causa que produce el carácter gráfico es no solamente el espíritu o los humores del cuerpo o sus distintas partes, sino todos estos elementos juntos.
LX.- Por la constitución de los elementos (que forman el temperamento objeto del estudio de
LXIII.- Incluso en una persona que no tiene la costumbre de escribir, mediante
LXVIII.- Todo esto que estudia
LXIX.- Para analizar de forma completa la escritura no hay que olvidar las características de la pluma, del material sobre el que se escribe y elde la mano de quién escribe.
LXXII.- Por esta razón, es de actuación científica determinar las cualidades del que escribe, a partir de las características de la escritura.