JUAN HUARTE DE SAN JUAN


Nació en San Juan de Pie Puerto en 1529 y falleció en 1588 en Linares. Era de familia hidalga.


Estudió Medicina en la Universidad de Alcalá de Henares y Humanidades en Huesca.


Residió en varias ciudades españoles: Huesca, de donde se cree fue regidor, Granada, Baeza (de la que Felipe II le hizo médico vitalicio en 1566 y cuyo Concejo le contrató para tratar la peste de 1571) y Linares, donde finalmente falleció.


Su única obra fue "El Examen de ingenios para las ciencias” (Baeza - 1575). Fue tal su éxito que se reimprimió en España cuatro veces más antes de que acabara el siglo XVI, traduciéndose entonces ya al castellano, al francés y al italiano, y posteriormente a muchos otros idiomas.


Se trata de una obra precursora de la Psicología, de la orientación laboral y también de la Grafología, como luego veremos. Así mismo, hace aportaciones muy importantes a la Neurobioogía, a la Pedagogía, a la Antropología, la Patología, a la Sociología, etc.


En cuanto a la Grafología se refiere, existe un capítulo donde se muestra la "diferencia de habilidades que hay en los hombres y el género de letras que a cada uno responde en particular". Este capítulo dice lo siguiente:


Especialmente conocí un teólogo escolástico doctísimo que, corrido de ver cuán mala letra hacía, no osaba escribir cartas a nadie ni responder a las que le enviaban, hasta que determinó traer secretamente a su casa un maestro que le enseñase alguna forma razonable, con que pudiese pasar.


Y trabajando muchos días en ello, fue tiempo tan perdido que ninguna cosa aprovechó; y, así, de aborrecido lo dejó, espantado el maestro que le enseñaba de ver un hombre tan docto en su facultad y tan inhábil para escribir.


Pero yo sé muy cierto que el escribir bien es obra de la imaginativa, lo tuve por efecto natural.


Y si alguno lo quisiere ver y notar, consideren los estudiantes que ganan de comer en las Universidades a trasladar papeles de buena letra; y hallará que saben poca gramática, poca dialéctica y poca filosofía, y si estudian medicina o teología no ahondan nada.


Y, así, el muchacho que con la pluma supiere dibujar un caballo muy bien sacado, y un hombre con buena figura, y fuere hábil haciendo unos buenos lazos y rasgos, no hay que ponerle en ningún género de letras, sino con un buen pintor que le facilite su naturaleza con el arte.


La conclusión que se saca leyendo este texto es que ya en esa época se venia a decir lo que actualmente la Grafología también dice: que una escritura muy cuidada y bien hecha no es señal de que esa persona tenga una buena inteligencia y, por tanto, que deberemos desconfiar de la inteligencia de la persona que cuida mucho su letra.


Los psicólogos españoles le adoptaron como patrón de los mismos, siendo el 24 de febrero el día de su celebración.